
Fecha de lanzamiento: 04 de octubre de 1968
Protagonistas: Judith O’Dea, Duane Jones, Marilyn Eastman
Directing: George A. Romero
Géneros: Terror, Suspense
Duración: 96 min
Título original: Night of the Living Dead
País de producción: Estados Unidos
Idioma original: English (en)
Taquilla: $ 237.994
«La Noche de los Muertos Vivientes (1968): El Nacimiento del Horror Moderno»
El Amanecer del Horror Zombi
La noche de los muertos vivientes 1968, dirigida por George A. Romero. Es película independiente, rodada con un presupuesto limitado, no solo redefinió el concepto de los zombis en la cultura popular, sino que también introdujo una narración cruda y socialmente crítica que la convirtió en un clásico atemporal. Más de cinco décadas después, su influencia sigue vigente en el cine de terror y en la cultura popular.
Una Historia de Supervivencia y Desesperación
La trama comienza de manera inquietante: dos hermanos, Barbra y Johnny, visitan la tumba de su padre en un cementerio remoto. Lo que parece un momento tranquilo se transforma en una pesadilla cuando son atacados por un hombre tambaleante y de aspecto macabro. Johnny es asesinado y Barbra huye hasta refugiarse en una granja abandonada. Allí conoce a Ben, el verdadero protagonista de la historia, quien llega en busca de resguardo y rápidamente toma el control de la situación.
A medida que la noche avanza, descubren que la casa esconde a más sobrevivientes en el sótano, cada uno con su propia visión de cómo enfrentar la crisis. El mundo exterior está sumido en el caos: los muertos han vuelto a la vida y atacan a los vivos sin piedad. El conflicto principal no es solo contra los zombis, sino entre los propios personajes, cuya lucha por el liderazgo y la supervivencia los lleva a decisiones extremas.
Rompiendo los Esquemas del Terror
Antes de La Noche de los Muertos Vivientes, los zombis en el cine estaban más relacionados con la tradición vudú y la esclavitud mística, como se vio en White Zombie (1932). Romero cambió radicalmente esta visión, convirtiéndolos en cadáveres reanimados sin control, hambrientos de carne humana y aparentemente imparables.
Además, la elección de Duane Jones como Ben fue revolucionaria para la época. En un momento donde el racismo aún estaba profundamente arraigado en la sociedad estadounidense, colocar a un hombre negro en el papel de héroe sin enfatizar su raza fue un acto audaz y progresista. Su actuación sólida e imponente elevó la película a un nivel más profundo, convirtiéndola en una obra con fuerte carga social.
El Terror Como Crítica Social
Más allá de sus escenas escalofriantes y su atmósfera opresiva, la película es una metáfora de la sociedad estadounidense de los años 60. La lucha de poder dentro de la casa refleja las tensiones sociales de la época: la segregación racial, la desconfianza en las instituciones y el miedo al cambio.
El desenlace de Ben, abatido por una milicia que lo confunde con uno de los zombis, es un golpe demoledor. En un giro trágico, su muerte simboliza la brutalidad de una sociedad que no diferencia entre monstruos y víctimas. En una década marcada por el asesinato de Martin Luther King y los conflictos raciales, esta escena final fue especialmente impactante y resonante.
Un Impacto Inmortal
La película fue un éxito inmediato y ayudó a cimentar el género del cine zombi. Inspiró incontables secuelas, remakes y reinterpretaciones, desde El Amanecer de los Muertos (1978) hasta series como The Walking Dead.
Romero no solo creó un ícono del cine de terror, sino que también estableció reglas no escritas sobre los zombis que perduran hasta hoy: su hambre insaciable, su vulnerabilidad a los disparos en la cabeza y su capacidad para multiplicarse con rapidez. Sin embargo, su legado va más allá del género, influyendo en la forma en que el cine aborda el horror psicológico y la crítica social.
Curiosidad Final: Un Error Que La Hizo Dominio Público
Uno de los aspectos más curiosos de La Noche de los Muertos Vivientes es que, debido a un error administrativo, la película cayó en el dominio público poco después de su estreno. La productora no incluyó el aviso de copyright requerido en los títulos de apertura, lo que permitió que cualquiera pudiera distribuir y proyectar la película sin pagar derechos. Este hecho, aunque perjudicial para Romero y su equipo en términos financieros, ayudó a que la película se difundiera masivamente y se convirtiera en un clásico instantáneo.
Conclusión
La Noche de los Muertos Vivientes no es solo una película de terror, sino un manifiesto cinematográfico que marcó un antes y un después en el género. Su crudeza, su mensaje social y su capacidad para incomodar al espectador la han mantenido vigente a lo largo del tiempo. Hoy, sigue siendo una de las películas más influyentes de la historia del cine, recordándonos que, a veces, el verdadero horror no está en los monstruos, sino en la humanidad misma.